
Con este estribillo del single de un anuncio de chocolate saltan a la fama el trío musical Divinas en la Nueva York de los años 30.
La sala Pepe Rubianes del Club Capitol se reinventa en un club de swing, donde tres cantantes inician una carrera musical que desembocará en éxito. Las tres actrices son las hermanas Carla Móra (Sofía) y Marta Móra (Lulú) junto con Irene Ruiz (Nicole), acompañadas en todo momento por sus inseparables músicos, un cuarteto formado por el clarinetista Gabriel Amargant, el pianista Bernat Font, el contrabajo de Ivan Kovacevic y el batería Martí Elías.
La música en directo es el elemento clave para crear la atmósfera de Nueva York en la época del crac del 29 y las voces y coreografías de las Divinas sorprenden al espectador por su talento encantador y su alegría contagiosa.
El espectáculo dirigido por Martí Torras reúne canciones hechas expresamente por Mario Cobo y también clásicos de Glenn Miller o Duke Ellington, pero siempre con el toque personal de las Divinas que hace que cada tema sea especial y diferente al anterior.
La sala llena y las últimas filas las más animadas, pues no dudaron de ponerse de pie para bailar al son de la música, aplaudir y chasquear los dedos en los temas más enigmáticos.
El lugar es siempre el mismo: el escenario del pequeño club de la calle 43 con las Divinas en el centro y sus músicos alrededor. El vestuario y el maquillaje están muy bien logrados: labios rojos, tocados en el pelo, medias de rejilla y flecos en las faldas. Los músicos fumando tabaco y bebiendo whisky.... no falta detalle en el club de la calle 43!
